5 Puntos clave para contratar tu empresa de rehabilitación
Si ya de por sí una obra o una reforma puede generarnos cierta ansiedad por el tiempo a dedicar y la inversión a realizar, no podemos transformar algo que es un sueño a cumplir en una pesadilla a evitar. Por eso hoy queremos tratar un asunto prioritario en la reforma de tu vivienda o en los trabajos de rehabilitación de tu edificio. La elección de la empresa adecuada.
Antes de nada queremos decirte que no podemos asegurar un pleno acierto con nuestras propuestas, pero que con ellas pretendemos disminuir los riesgos de ejecución con empresas insolventes, que no cumplan con tus expectativas o con los plazos de ejecución previstos, o incluso que te dejen “colgado/a” a mitad de obra.
Y la pregunta es sencilla, ¿cómo podemos mejorar en la elección?
Desde Construint Llar, te ofrecemos 5 puntos clave para una contratación sin riesgos en tu reforma o rehabilitación:
1. Verifica el tiempo que la empresa lleva operativa.
Aunque es cierto que siempre van a comenzar a emprender personas con una gran voluntad y que con el tiempo demostrarán ser empresas rigurosas y de calidad, para elegir la empresa que nos va a hacer una obra de cierta envergadura, no es momento de jugársela.
De normal no apostaríamos una suma importante de nuestro capital a cara o cruz, porque podemos encontrarnos con que salga cruz.
Pues el tiempo de la empresa funcionando es un indicador bastante fiable de si hasta el día de hoy sus gestores y sus trabajadores han sido “torpes” o ineficaces con sus clientes o por el contrario se han mantenido operativos por realizar buenos trabajos y reformas y rehabilitaciones de calidad. Su página web o sus redes también indicarán qué tipología de trabajos realizan.
Ya sabemos todos que el boca a boca es quizá el mejor agente comercial que puede tener una empresa. Y el llevar tiempo en el mercado siempre es un buen indicador.
2. Haz al menos tres comparativas de precios y… ojo con los precios bajos.
A todos nos gusta sentirnos ganadores y más en cuanto a adquisiciones se refiere. Nos gusta presumir de disponer de bienes a menor precio que el precio medio de mercado, pero con el paso del tiempo aprendemos que el bueno-bonito-barato no existe.
Un precio razonable es seguridad para nuestra ejecución. Un precio por debajo de mercado sólo puede suponer tres situaciones:
a) Desconocimiento del sector, con lo que cualquier compra a proveedores, oficios subcontratados que intervengan en el trabajo o la adquisición de materiales, supondrá problemas para nuestro contratista. Lo más lógico será que nos lo traslade a nosotros. No va a pagar él/ella por nuestra obra.
b) Situaciones ilegales en materia laboral o fiscal. Es decir, no tener dado de alta a los trabajadores o no pagar lo justo por ellos o evitar “sobrecostes” con seguros, pagos de obligado cumplimiento en la construcción, formación laboral y en materia de seguridad…
Cualquier accidente que pudiera ocurrir en el trabajo, nos pondría en un serio problema como promotores de la obra que vamos a ser.
c) Calidades ínfimas en obra. “No se pueden comprar duros a cuatro pesetas” decía el refranero español. Pues eso, poco más se puede añadir.
En cualquiera de estos casos, lo más seguro es que no lleguemos a cubrir nuestras expectativas previas o para llegar a ellas tengamos sobrecostes a mitad de obra o incluso lo que sería peor, que no nos acaben el trabajo habiendo abonado alguna cantidad por adelantado.
3. Exige presupuestos serios.
Uno de los factores que más rápidamente nos va a garantizar una correcta ejecución es la seriedad de la propuesta. Si la empresa trabaja realizando mediciones, memoria de calidades, precios unitarios y amplias y pormenorizadas descripciones de los trabajos a ejecutar, nos están demostrando ya de por sí una voluntad a la hora de trabajar. También nos estamos asegurando las calidades mínimas que deseamos en nuestro hogar o en nuestro edificio. Este presupuesto debería estar acompañado por unos planos de estado actual y estado propuesto o reformado e incluso un planning de ejecución de los trabajos descritos en el tiempo.
Cuando nos encontremos con un presupuesto con breves descripciones, sin mediciones y sin memoria de calidades, poco podremos hacer para reclamar lo que creíamos haber acordado, dado que será nuestra palabra contra la del constructor o reformista.
Un buen indicador también es la voluntad de aceptación del constructor de cualquier propuesta que le hagamos. Es decir, si no somos doctos en el sector y no encontramos ninguna negativa, aclaración o pequeña discrepancia, es que muy probablemente tan solo nos estén intentando agradar. Cualquier negativa vendrá después.
Es importante tratar con profesionales que nos guíen y nos indiquen qué podemos y qué no podemos hacer. Justamente en la materia de la construcción y rehabilitación está todo tipificado y con normativas exhaustivas.
4. Exige documentación de la empresa.
A cualquier empresa seria nos encanta que se nos exija la documentación de empresa, dado que invertimos en lo que esta representa (seguridad, garantías, formación….) una importante cantidad de euros anuales para el cumplimiento de nuestras obligaciones.
No te olvides solicitar a cualquier empresa la siguiente documentación:
· Seguro de Responsabilidad Civil y principalmente el recibo de estar al corriente de pago.
· Certificado de estar al corriente con Hacienda.
· Certificado de estar al corriente con la Seguridad Social.
· Seguro colectivo de accidentes y su recibo de pago.
· TC1 y TC2 de los trabajadores de la empresa.
· Cursos de formación de los trabajadores y horas empleadas.
· Pagos correspondientes al convenio. Fundación Laboral de la Construcción…
Otro factor es contar con empresas de solvencia como colaboradores. Es decir, bancos de reconocido prestigio que colaboran en financiar las obras de sus clientes, grandes empresas que avalan sus trabajos y las presentan como colaboradores de cartera… Esto es un filtro previo que ha pasado la empresa a contratar por disponer de un valor constatable.
5. Firma un contrato.
Por último y para que todo lo anterior tenga sentido y sea certero, exige la firma de un contrato riguroso en el que se indiquen las garantías de ejecución, la garantía post trabajos, el plazo de comienzo y de entrega de la obra, las formas de pago claramente indicadas, cláusula expresa de cumplimiento de normativas vigentes tanto del sector, como en materia laboral de contratación, subcontratación, seguros…
Todo lo indicado, no sirve de mucho si en el contrato no se expresa una penalización por incumplimiento, así que vigila que exista esta cláusula.
Igualmente, el contrato indicará las responsabilidades del cliente, como promotor de los trabajos.
De esta forma, realizando y comprobando todos los puntos indicados, únicamente podemos encontrarnos con empresas serias, con voluntad de trabajo y una experiencia y profesionalidad contrastada.
El equipo técnico de Construint Llar.